"Los ballets son los sueños de los poetas tomados en serio"
Théophile Gautier (Poeta y dramaturgo francés, 1811-1872)
Carlotta Grisi |
De forma bastante resumida intentaré compartir algunas notas previas a la obra que podrás ver en esta nueva entrega de las Galas de Danzaria: GISELLE
El Arte Romántico tuvo sus mayores influencias a través de la literatura, la pintura, la música y por ende las artes escénicas a principios del S. XIX. En el caso de la danza y sustituyendo a la etapa anterior del denominado "Ballet de acción", del que Jean-Georges Noverre fue el mayor exponente (y que, por la fecha de su nacimiento, se instauró el Día Internacional de la Danza cada 29 de abril), se inaugura la nueva etapa del llamado "Ballet Romántico" o "Ballet Blanco".
Este período en la historia del ballet clásico, abandona los temas de la mitología de la cultura clásica greco-romana para mirar hacia los personajes y mitos nórdicos, plagado de leyendas de hadas, elfos o fantasmas, como en este caso. La figura femenina será la protagonista, casi absoluta de todas las obras, y con ellas un nuevo concepto escénico, de vestuario, con los tutús románticos, y la exaltación del virtuosismo en zapatillas de punta, con el fin de mostrar una mujer frágil, blanca y etérea en el escenario. Será el período de la rivalidad entre las grandes divas de la danza.
A pesar del corto período de tiempo que duró este movimiento artístico (se calcula más o menos hacia la primera mitad del S.XIX), en el caso del Ballet, después de muchas obras realizadas, no llegaría su apogeo hasta 1932 con el estreno de La Silfide, estrenada en la Ópera de París. Coreografiada por Filippo Taglioni y en el papel principal su hija Marie Taglioni, que algunos estudiosos consideran el primer ballet en el que se baila con zapatillas de punta.
GISELLE, es considerada la obra cumbre del Ballet Romántico y también se estrenó en París en 1841. La producción fue totalmente realizada por franceses, coreografía fue Jules Perrot y Jean Coralli, aunque no se sabe qué parte compuso cada uno; el libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy, aunque basado en la obra De l'Allemagne (1835) de Christian Johann Heinrich Heine (alemán), y un poema de Víctor Hugo; con música de Adolphe Adam. En su estreno, los papeles principales fueron interpretados por Carlotta Grisi (Giselle), Lucien Petipa (Albrecht) y Adèle Dumilâtre (Myrtha).
Lo maravilloso de los "grandes clásicos del repertorio", es que resisten el paso del tiempo, con sus modificaciones, nuevas producciones, agregados musicales o calidad de sus intérpretes que le dan vida en cada función. Así, Giselle ha resistido hasta nuestros días y sigue representándose por todo el mundo. De algunas anécdotas más, revisiones y de varias puestas en escena que he podido recuperar en la red, os la comparto a continuación.