Foto: Sergio Cardozo |
Merecidisimas han sido las ovaciones recibidas en su estreno
en Pamplona y que circularon por las redes sociales, las mismas que cada noche ofreció
el público en todas las representaciones en el Teatro Real de Madrid, entre el 3 y 10 de noviembre con esta nueva
producción.
“Esta es la producción más grande que hemos realizado en la
CND a lo largo de los 8 años de mi gestión en la compañía”, declaraba el
Director y coreógrafo en la rueda de prensa. “El Cascanueces” es la segunda
gran producción de uno de los grandes ballets clásico de repertorio en las
grandes compañías de todo el mundo (la primera fue “Don Quijote” en diciembre
de 2015), indispensables diría yo para acercar el lenguaje de la danza
académica a niños y adultos.
CASCANUECES surge
de un cuento infantil a partir de la adaptación de Alejandro Dumas (padre) del
cuento “El cascanueces y el rey de los ratones”, de Ernst Theodor Amadeus
Hoffmann; para conocer el cuento original y las historias sobre la creación de este
ballet (allá por el 1892 en Rusia), dejaré varios enlaces para no detenerme en
presentar esta nueva versión que nos ofrece la CND.
La literatura infantil está llena historias de personajes
que, movidos por el animismo de objetos y juguetes trasladan a sus personajes al
mundo infantil de sueños y fantasías; quién no recuerda a Pinochio o Petruska,
por citar algunos. Y se conozca o no la historia de los cuentos, el desafío de
un ballet narrativo es poder contarlo a través del lenguaje de la danza y la
música; requiere además que como espectadores la predisposición a dejar
atravesar nuestros sentidos a ese mundo mágico infantil y que llevamos dentro.
En este sentido, la propuesta que nos presenta José Carlos Martínez, el equipo de
producción y los bailarines de la CND,
tiene una factura impecable, delicada y muy cuidada en sus detalles que, sin
recurrir a estruendosos montajes recargados del barroquismo habitual,
hipnotiza, atrapa y emociona desde el primer momento. Huelgan aquí las siempre
odiosas comparaciones; y no creo que labor de una compañía nacional de danza esté obligada a hacer antropología histórica de los ballets.
Quizás la necesidad agudice el ingenio y el talento, pero
este CASCANUECES nos traslada sin esquivos a la noche de navidad en que Clara
(su protagonista, María en el cuento original), recibe su regalo y nos sumerge a su mundo de sueños, desde el malvado mundo de ratones hasta el viaje por el
mundo a través de sus danzas y al mundo de las hadas.
Lo realmente admirable es poder concebir un espectáculo de
estas magnitudes contando con la mitad o un tercio de los medios de producción,
bailarines o equipo técnico, con las que cuentan las grandes compañías del
mundo. Pero ya he dicho, huelgan las comparaciones.
Os dejo a continuación más detalles, entrevistas e imágenes (preciosas
fotos de Alba Muriel y Carlos Quezada), de algunos de sus personajes y
protagonistas; y si este “Cascanueces”
se te cruza en tu camino no dejes de verlo en directo, es un verdadero gozo que
alimenta el alma, de ese niño que todos llevamos dentro.
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Foto: Carlos Quezada |
Treinta años han debido de pasar para que la CND reponga
una obra maestra de este breve cuento de navidad, con la música genial de Piotr
Ilich Chaikovski; aunque mucho más años pasaron para que se le reconociera a este
autor la grandeza de su obra (no olvidemos que por aquellas épocas y quizás
como pase en nuestros días, ser compositor para danza era considerado de
tercera categoría). Los que amamos la danza siempre esperamos con ansias
cualquiera de los estrenos de nuestras compañías nacionales, aunque continúe la
ceguera y parsimonia de la administración para brindarle su sitio de privilegio
artístico que sigue aún sin llegar.
He tenido la suerte de ver este maravilloso espectáculo
desde dos perspectivas distintas, la primera desde la quinta planta del teatro
y la última función desde el patio de butacas, y ambas ocasiones mi atención
permaneció inmutable de la magia sucedía. Ambas visiones permiten traspasar
distancias para hacernos llegar la verdadera esencia de la danza: la calidad
interpretativa de los bailarines que le dan vida y un contundente cuerpo baile
que hace emocionar en el acto blanco del primer acto con las reinas de la
nieve. Y perdón por influenciar a los próximos asistentes, y mira que lo había
visto, pero desde el patio de butacas y sin ser de lágrima fácil, la música y
las evoluciones de las reinas de las nieves en el escenario terminan por
conmover el corazón y el lagrimal cuando comienza a nevar en el escenario a
compás melodioso de un coro de niños que te transportan hacia ese viaje de
fantasía.
Equipo artístico de El Cascanueces CND Foto: Carlos Quezada |
El montaje y coordinación artística que requiere una obra de
este tipo es imposible de imaginar por el espectador despistado. Se deberían
escribir libros enteros de cada uno de ellos o realizar un “making-of”
cinematográfico para entender su envergadura.
Acompañaron a José
Carlos Martínez para esta creación un equipo de artistas magnífico para
lograr hacer realidad este sueño escénico. Manuel
Coves en la dirección de la Orquesta estable del Teatro Real, Monica Boromello en el diseño de la escenógrafa,
Iñaki Cobos figurinista del
vestuario, Olga García con la
iluminación, Manu Vera para los
trucos de magia y Antonio Pérez
asesor danza española.
Esta versión de Cascanueces se ubica temporalmente en una
familia burguesa de principios de siglo XX y la puesta en escena es limpia,
clara y sin atiborramientos de elementos no más allá de los necesarios, para
nada anodina sino sutil y preparada para sus desplazamientos durante las
escenas y que facilitan las evoluciones coreográficas y la entrada y salidas en
la escena.
Igual de delicado y efectista es el vestuario. “Elegimos el 1910-20
para su realización porque fue la época en que ya no se usaban corsés, lo que
permitiría mayor facilidad de movimientos a los bailarines”, relataba Iñaki
Cobos en la rueda de prensa (un joven vasco diseñador de moda y exbailarín).
El Cascanueces - CND Foto: Alba Muriel |
La elección de los distintos elencos para que den vida a
todos los personajes es más que acertada. Un minucioso trabajo de selección que
permiten lucir a todos los integrantes de la compañía, sea por su virtuosismos
y calidad de las interpretaciones de los personajes encomendados, que nada
tienen que envidiar a otras producciones.
Tal es así que Martínez decidió esta vez no convocar a
figuras de renombre internacional para las funciones, porque “considero que la
plantilla de la compañía ha adquirido un nivel más que digno para hacer frente
a la obra”, declaraba también en rueda de prensa.
El Cascanueces, es ese muñeco regalado por navidad a Clara y
que cobrará vida en sus sueños, primero para defenderla del oscuro
mundo del reino de los ratones y luego para conducirla a un mundo lleno de
danzas y fantasía.
Pero si hay un personaje que adquiere mayor relevancia en
esta versión es el tío de Clara, “Drosselmeyer” excelentemente interpretado por
Ion Agirretxe, que sorprende en la fiesta con sus trucos de magia y oficiará de
hilo conductor y protector en el viaje de los sueños de su sobrina.
En el segundo acto de la obra, se suceden una tras otras las
danzas en el viaje por el mundo en el que se sumerge la fantasía de clara,
comenzando con la danza española, china, rusa, árabe y la francesa con los Mirlitones; hasta que finalmente el
Hada de Azúcar y el Príncipe Coqueluche para honrar la visita de Clara al mundo
de lo imaginario. El paso a dos del Hada y su Príncipe es quizás, junto al vals
de las flores, las melodías más reconocibles a nuestros oídos.
El primero es emblema de ejecución para las grandes figuras
y la segunda es la apoteosis final de este cuento infantil que nunca pasará de
moda.
Podría extenderme indefinidamente y contar cada detalle
desde distintas perspectivas y distancias del escenario, pero lo que es cierto
que hemos asistido a un trabajo impecable, un trabajo titánico y arriesgado,
pero que luce brillante, elegante y nos invita generosamente a la magia que
debe producirse en un escenario.
¡Enhorabuena y gracias Compañía Nacional de Danza y José
Carlos Martínez!
Foto: Alba Muriel |
PRÓXIMAS GIRAS CND /
EL CASCANUECES
SAN LORENZO DE EL ESCORIAL. Teatro Auditorio Teresa
Berganza.7 de diciembre, Viernes 19,30 h - 8 de diciembre, 2018 – Sábado, 19:00h (Agotadas)
SANT CUGAT DEL VALLÉS. Teatre Auditori - 14 de diciembre –
Viernes, 20:00h; 15 de diciembre, Sábado, 20:00h
MURCIA. Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas - 20
de diciembre - Jueves, 20:00h; 21 de diciembre - Viernes, 20:00h; 22 de
diciembre, Sábado, 20:00h
A todos los que trabajan por el arte y la danza, a los que crean y a los que bailan: ¡muchas gracias!
Gracias por compartir y seguir este blog. Bienvenido a cualquier comentario o sugerencia: Sergio.
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