miércoles, 10 de junio de 2015

Algunas de las mejores danzas de la naturaleza – Por Sergio Cardozo Perot

A lo largo de estos paseos por la danza hemos tenido la oportunidad de acercarnos a distintas maneras y modos de expresarse a través del lenguaje corporal, y al margen de los gustos personales quiero seguir compartiendo pequeños fragmentos de la gran riqueza del lenguaje de movimiento.

La entrega de hoy es un disfrute para los sentidos y a manera de reflexión ante la idea antropocéntrica de aquella frase pronunciada por el filósofo Protágoras que dice: “El hombre es la medida de todas las cosas”, que en mi opinión se aleja bastante a esa otra idea de que la danza es consustancial al propio universo y del ser humano.

Tal es así dependiendo del ángulo en que se mire. Este universo en el que vivimos es movimiento, la danza es movimiento. Respondiendo a ese sentir del movimiento del universo, la naturaleza y este homo sapiens-sapiens que somos y que se resiste a veces, respondemos a esa naturaleza.
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Desde el más ínfimo átomo (y hablo aquí desde una visión cosmogónica), el universo y su naturaleza responde a códigos casi indescifrables en el instinto de seguir en movimiento. Si está vivo, todo es movimiento; hasta las actuales maneras de interrelacionarse y moverse por las redes y las tecnologías, con el único fin de comunicar o expresarse. Así la danza.
El movimiento, una condición consustancial a todo ser vivo (incluido el mineral), de este universo.

El homo sapiens decide qué es, qué no es o qué deja de ser; así con la danza. Pero el movimiento, esa necesidad innata de continuar en movimiento es mucho más sabia que su propia sapiencia. Podrá el hombre/mujer conceptualizar, intelectualizar o vulgarizar en-desde-con ella, pero la danza está ahí.

Lo primero que hace un niño al nacer es moverse y sonar, luego coordinar su lenguaje y su expresión, luego decidirá –mejor o peor-  cuál será la mejor manera de expresarse con su sapiencia. Pero lo cierto es que todo ese código y esa necesidad están en los propios genes del universo (a veces trabado por tanta razón).

El código genético es seguir funcionando –adaptándose o rebelándose- y formar parte, además, con el condimento de la emoción y el instinto; contra esto no hay barreras. El universo y también las ideas humanas (sapiens), surgen y desarrollan a lo largo del tiempo, con su situación geográfica y cultural. Pero ahí está.

Dejaré a los intelectuales que divaguen un poco más sobre el sentido de lo artístico, la originalidad y lo sublime o lo místico.

Disfruta de algunas maravillosas muestras donde se puede apreciar que la naturaleza por sí misma ha ido preparando sus danzas y bailes, como rituales: de belleza, de subsistencia de esta naturaleza a veces tan desconocida. Así es la danza… así es el arte…

Porque… ¿sabes…? Ese pavo real que ves en la foto me bailó y fui, aunque haya sido solo un instante, feliz con su danza…

Que disfrutes del paseo y hasta la próxima entrega. Sergio


Comienzo el paseo con el mejor cantante y bailarín de la naturaleza. Por su canto, su danza y su puesta en escena.






















Espero que hayas disfrutado de esta entrega. Vayas donde vayas en las próximas vacaciones intenta cuidar lo suficiente de la naturaleza para que las futuras generaciones también puedan disfrutar de ella. Sergio

Gracias a la naturaleza por hacer posible la danza, el arte y la cultura, muchas gracias.

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1 comentario: