Foto: Sergio Cardozo |
Cuanto más conozco las tradiciones dancísticas y musicales
de distintos lugares del mundo, más admiro y me asombra la variedad y riqueza
cultural que nos diferencian, y a la vez que nos unen como seres humanos al
margen de razas y costumbres.
Si bien el término folclore (del anglicismo folk lore), es
apenas del siglo pasado, no quiere decir que no haya existido a lo largo de
toda la humanidad, es más, ciencias como la antropología, etnografía,
arqueología y más recientemente la musicología han encontrado un lugar para dar
cabida al estudio de las llamadas “tradiciones populares”.
Aunque aún discrepan muchos autores sobre los contenidos de
debiera incluir este término, a nosotros nos interesa conocer y divulgar las
producciones “populares” de la música, la danza, y por qué no de las
expresiones literarias.
Mientras tanto, otros tantos estudiosos e investigadores que
se dedican al tema son tan estrictos con la consigna de la “documentación”, que
se imponen sus propias barreras para ahondar en estas expresiones que han sido
precisamente, de transmisión oral y no hay constancia documental de ello.
Las expresiones musicales instrumentales, cantadas y
danzadas, han servido a lo largo de la humanidad no solo como entretenimiento,
sino que han acompañado todos los ámbitos cotidianos de la vida en comunidad.
Los ritos religiosos son quizás los que más han sobrevivido, pero también como
formas de rituales para determinadas fechas estacionales, del desarrollo y
maduración en etapas y acontecimientos de la vida, hasta en actividades
relacionadas con la siembra, la cosecha, el pastoreo, la preparación de comidas,
el lavado de ropa e incluso la venta ambulante.
No debemos dejar de pasar por alto, que cada una de las
expresiones, sobre todo las bailadas, tienen que ver, no solo con la idiosincrasia
de la cultura, sino que también está determinada por la situación geográfica,
sus climas, sus creencias y la evolución o desarrollo cultural por la que se
han perpetuado a través del tiempo.
Sin embargo, tampoco debemos olvidar que, a lo largo de la
historia de trashumancias, conquistas o invasiones de uno a otro continente, a
veces resulta ambicioso declarar las verdaderas fuentes de sus orígenes, sean
estos instrumentos musicales, la expresión corporal o sus letras en cantos (aunque
hayan sido simples sonidos guturales).
Aunque muchas veces nos perdamos en este camino de conocer
los albores de las verdaderas expresiones folclóricas, siempre han tenido un
sentido en las sociedades donde se iniciaron y han evolucionado. Pero son
muchos los que disfrutan de ellas como forma de expresión innata y que lo
identifica a su lugar de pertenencia.
Comenzamos así un viaje de algunas de esas expresiones, que desde
no hace mucho tiempo la propia UNESCO ha comenzado a otorgar el reconocimiento
a estas expresiones el título de “PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD”
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Si recuerdas la primera entrega en este blog sobre el
folclore (AQUÍ), decía que se incluían en el término “todas las creaciones que
se transmitían oralmente o por imitación”, es decir, cualquier tipo de creación
humana.
fue declaradaPatrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 26 de noviembrede 2014.
De orígenes Angoleños es un arte marcial, que trasladado a Brasil
se transforma allá por el S. XVI en una expresión de canto, música y danza,
para camuflar su entrenamiento de lucha como esclavos. Hoy día es conocida como
danza y forma de entrenamiento en todo el mundo. Podríamos comparar la CAPOEIRA
con las actuales luchas de breakers. El instrumento característico es EL
BIRIMBAO.
“Las canciones y los bailes son una expresión de la forma de
vida tradicional de la comunidad de Kalbelia. Una vez que los manipuladores de
serpientes profesionales, Kalbelia evocan hoy su antigua ocupación en música y
danza que está evolucionando de formas nuevas y creativas. Hoy, las mujeres con
faldas negras que fluyen bailan y se arremolinan, replicando los movimientos de
una serpiente, mientras que los hombres los acompañan en el instrumento de
percusión khanjari y el poongi,Un instrumento de viento de madera
tradicionalmente jugado para capturar serpientes. Los bailarines visten diseños
de tatuajes tradicionales, joyas y prendas ricamente bordadas con pequeños
espejos e hilo plateado. Las canciones de Kalbelia difunden el conocimiento
mitológico a través de historias, mientras que se realizan danzas tradicionales
especiales durante Holi, el festival de los colores” (Texto UNESCO)
Es un conocimiento reciente que ha salido a la luz de la cultura
y como enseñanza secreta del Tibet. La Danza del Vajra forma parte de las
enseñanzas Dzogchen. El maestro Namkhai Norbu comenzó a enseñarla en 1990, y
desde entonces se ha practicado en varios lugares. La Danza del Vajra es una forma
de meditación única que armoniza la energía del individuo. Es llevada a cabo
por doce danzantes sobre un Mandala que representa la Tierra, el macrocosmos,
en el cual encuentra correspondencia el microcosmos de las existencias
individuales.
A todos los que trabajan y hacen posible la danza, el arte y la cultura, muchas gracias.
Hasta el próximo paseo y gracias por visitarnos. Sergio
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