BARBECHO EN 2020
PARA
MES DE DANZA
FESTIVAL
INTERNACIONAL DE DANZA CONTEMPORÁNEA DE SEVILLA
Captura de pantalla de la Web |
Como directora artística y de producción del festival MES DE
DANZA lamento comunicar que la edición 27ª de este evento, que debería
celebrarse entre finales de octubre y principios de noviembre 2020, como viene siendo
habitual desde hace 26 años, no tendrá lugar este año. Con más de un cuarto de
siglo de existencia, este proyecto, de iniciativa privada, ha superado muchas
crisis.
Pero el grado de incertidumbre y de riesgo que se ha
instalado entre 2018 y 2019 ha llegado a tal paroxismo que Trans-Forma, entidad
organizadora de este festival, no puede enfrentarse a una nueva edición.
MES DE DANZA es un proyecto que trabaja en la divulgación de
la danza contemporánea, un lenguaje artístico que por su fragilidad necesita
del apoyo y del compromiso institucional. Los problemas surgen cuando estas
instituciones no contemplan en las medidas de ayudas los plazos necesarios de
organización, de ejecución y de pagos y, menos aún, las singularidades del
proyecto. A esto se suman las diferentes interpretaciones que cada
administración hace de la misma Ley General de Subvenciones dificultando, cuando
no paralizando, una gestión eficiente del proyecto.
Esta situación es especialmente acuciante en lo concerniente
al Instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla, principal
subvencionador de este proyecto, y a la Consejería de Cultura y Patrimonio
Histórico de la Junta de Andalucía. La edición 2019 de MES DE DANZA se ha
realizado teniendo pendiente recibir un 25% de la ayuda 2018 concedida por la
Consejería y el 100% de la anunciada en 2019, de la cual, además, aún a día de
hoy no se ha publicado resolución definitiva, con lo que se desconoce el importe
final concedido. Asimismo, por problemas y trabas burocráticas, tampoco se ha
percibido ningún adelanto por parte del ICAS, cuya cuantía se cobrará
íntegramente una vez se haya finalizado el proceso de justificación a lo largo
de 2020.
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Desde un punto de vista de tesorería, esta situación supone
una catástrofe en mayúscula, teniendo una asociación sin ánimo de lucro como es
Trans-Forma que adelantar cuantías que superan los 100.000 € sin saber, además,
cuándo llegarán estas subvenciones.
A partir de ahí, la ingeniería financiera se sostiene con
créditos bancarios siempre avalados por bienes personales, con intereses que
van corriendo, esto siempre y cuando tengamos un documento por parte de las
administraciones que confirme esta subvención, lo que no siempre es así. La
otra solución, siempre que eso sea posible, es poner en el evento tu capital
personal y el de tus familiares sosteniendo un festival de servicio público con
capital personal.
Como gestora cultural responsable de un proyecto de
iniciativa privada que depende de las administraciones públicas, tengo muy
asumido, al igual que todos mis compañeros y compañeras en la misma situación,
que nuestro pan de cada día es adelantar dinero constantemente llegando las
necesidades de pago siempre antes que los cobros. Lo asumo desde hace 26 años.
Pero cuando las cantidades necesarias para afrontar el evento se incrementan de
manera exponencial y la incertidumbre campa a sus anchas, el riesgo asumido
afecta a la estructura de funcionamiento de la entidad organizadora (teniendo
que prescindir de personal), a la salud física y mental de la que sustenta esta
entidad y por último a la inventiva, creatividad y empuje del proyecto que se
tiene entre manos.
A día de hoy, Trans-Forma necesita sanear su tesorería, es
decir que lleguen las ayudas concedidas por parte de las administraciones; ya
que otra edición supondría sumar más adelantos inasumibles.
Esta situación no es exclusiva de Trans-Forma, sino que
afecta a todas las entidades que tienen entre manos un proyecto que necesita
del apoyo público. 26 años de celebración, jalonados de reconocimientos y
premios, en contraposición a la fragilidad en la que está inmerso MES DE DANZA
hacen patentes ciertas contradicciones que ya no se sostienen:
- El haber conseguido con tenacidad y mucho trabajo, un
presupuesto que se puede considerar como un mínimo digno pero que se hace
insostenible por los procedimientos.
- La exigencia legítima de las compañías que perciben MES DE
DANZA como un proyecto veterano y consolidado que no se puede atender.
- La solidez y entrega del equipo del Festival frente a la
incertidumbre de cada año.
- El indudable apoyo político frente a los procedimientos
cada vez más farragosos y desfasados en el tiempo.
- La demanda del sector profesional frente a la capacidad
real de respuesta por parte del festival.
- La expectativa cada vez más alta de un público fiel y
exigente a la que solo se puede responder con visión y planificación.
Los proyectos culturales que dirigimos y gestionamos
necesitan con urgencia de una Administración que tenga en cuenta y atienda a
sus particularidades y singularidades, que aplique la Ley General de Subvenciones
en función de unos parámetros que permitan el desarrollo y crecimiento del
proyecto. De lo contrario, se corre el riesgo de acabar con las estructuras que
los sostienen, así como de empobrecer y uniformizar los proyectos entrando,
paradójicamente, en contradicción con los objetivos de los departamentos de
intervención, que no son sino velar por el buen uso de los fondos públicos.
No dudo del apoyo político de las instituciones que
respaldan a MES DE DANZA, reiterado tanto en actos públicos como en entrevistas
personales, y porque no dudo de ello, emplazo tanto al Ayuntamiento de Sevilla
como a la Junta de Andalucía a pensar durante 2020 nuevas fórmulas de apoyo
acordes a la realidad y la naturaleza del festival que le permitan reanudar en
2021 un segundo ciclo de vida. Quiero pensar que esto es posible y que a partir
del año próximo, la organización de este festival se realice sobre una base
sostenible de forma que se rentabilice el dinero público de manera más efectiva
en beneficio de los profesionales dedicados a la danza y de la ciudadanía en
general.
MES DE DANZA en 2020 estará en barbecho. Los esfuerzos ante
la incertidumbre con la que se trabaja, los retrasos en los pagos, los
criterios poco acordes a la naturaleza del proyecto tanto en las convocatorias
de las ayudas como en las justificaciones, los retrasos en la resolución de los
expedientes, como si de una tierra se tratase, han agotado este festival. Poner
en barbecho una tierra tiene como objeto regenerarla y que recupere sus mejores
condiciones. Este es sin duda el objetivo para este festival: que este tiempo
sirva para que las entidades que tienen la responsabilidad de apoyar adopten
las medidas adecuadas y que MES DE DANZA pueda enfrentarse a una segunda etapa
con unas bases sostenibles acordes a las necesidades de la gestión de un
festival internacional de danza contemporánea.
MES DE DANZA va a descansar, nosotros no. Estaremos en 2020
cuidando de este barbecho. Recala en las administraciones la responsabilidad
para que solo hablemos de un hasta pronto y no un hasta siempre. Me pongo a
disposición de estas administraciones para un diálogo fructífero y eficiente a
favor ya no solo de MES DE DANZA sino de todos los proyectos artísticos de
iniciativa privada que sufren esta precarización cada vez más acuciante de la cultura.
María González Vidal
Directora artística y de producción de MES DE DANZA
Directora de proyectos de Trans-Forma Producción Cultural
Sevilla, 5 de febrero 2020.
Lamentamos y nos entristece profundamente esta situación;
desde DANZARIA esperamos y deseamos que se pueda subsanar lo antes posible esta
situación. Nuestra admiración, nuestro apoyo y muchos ánimos para seguir
adelante. SERGIO CARDOZO – DANZARIA
A todos los que trabajan por el arte y la danza, a los que crean y a los que bailan: ¡muchas gracias!
Gracias por compartir y seguir este blog. Bienvenido a cualquier comentario o sugerencia: Sergio.
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