Los días 28, 29 y 30 de abril de 2016, Madrid tuvo por
primera vez, la oportunidad de asistir a la actuación de esta compañía holandesa,
en su gira mundial por su 50 aniversario.
La danza holandesa siempre había estado presente en los
escenarios madrileños, pero siempre desde la perspectiva de la danza
contemporánea, como gran ícono de país europeo que apuesta por las nuevas creaciones
y las más vanguardistas. En este caso, la Compañía Nacional holandesa, viene a
representar la danza más académica y con un programa, a todas luces, bastante
arriesgado, casi en exclusividad para balletómanos entendidos en la materia. Presentaban
un triple programa con: Metaforen (de Hans Van Manen), Apollon Musagète y Theme
and Variations (de George Balanchine).
Tuve la posibilidad de asistir a una agradable presentación
ante los medios de comunicación y fueron muchas las cosas que su director Ted
Brandsen compartió con todos los asistentes, antes de poder asistir a un ensayo
general abierto para estudiantes y profesionales, algo que empieza a
acostumbrarnos los Teatros del Canal madrileño y que permite abrir las puertas
a la danza al gran público.
Sobre la función, la compañía y su director es lo que vengo
a contarte en esta crónica. Como siempre encontrarás al final de la entrega
algunos enlaces relacionados por si quieres profundizar sobre alguno de los
contenidos.
Que disfrutes de la reseña y hasta la próxima. Sergio
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El Dutch National Ballet cumple 50 años y se formó en la
época de post guerra, cuando el estado holandés decidió reunir a las pocas
escuelas privadas de danza que subsistían por aquellas épocas, para que
formaran la compañía nacional.
El programa que trajo a los Teatros del Canal, según
palabras de su director, es el estilo que marca la identidad de la agrupación a
lo largo de estos años; aunque posee en su repertorio sus propias producciones
de los ballets más emblemáticos del academicismo. El espectáculo estuvo
compuesto por tres coreografías, una de ellas clásica y dos neoclásicas, y con
música en directo interpretada por la Orquesta Sinfónica Verum.
La primera pieza: “Metaforen” del coreógrafo Hans van
Manen, con música de Jean Yves Daniël-Lesur, Variations pour orgue et
orchestre à cordes. Creada en 1965, es una “temprana” de Van Manen, pero ya
muestra todas las señas de identidad del maestro. En ese momento, el dúo
masculino era bastante revolucionario y fue considerado por muchas personas
como una provocación, mientras que Van Manen simplemente quería mostrar que un pas de deux podría fácilmente ser
bailada por dos hombres.
Hans van Manen (1932, Nieuwer Amstel, Países Bajos), ha
creado más de 120 ballets. Además de ser un coreógrafo, también ha estado
activo como fotógrafo durante diez años. Su obra ha sido incluida en los libros
y exposiciones internacionales. A partir de 1961, Van Manen ha trabajado
alternativamente con las dos principales compañías de danza de los Países
Bajos. Después de la co-dirigir el Nederlands Dans Theater, se convirtió en un
coreógrafo residente - en primer lugar, con el Ballet Nacional de Holanda,
luego con el Nederlands Dans Theater. Desde 2005, hasta el presente, ha ocupado
el cargo de coreógrafo residente en el Ballet Nacional de Holanda.
Prosiguió Apollon Musagète (also callet Apollo).
Con coreografía de George Balanchine y música de Igor Stravinsky, Apollo
Musagetes, (1927-28).
Desde muy temprana edad, Balanchine (1904-1983) sintió una
afinidad cercana con Igor Stravinsky, que fue en parte por quien se convirtió
en un coreógrafo musical “pur sang”. Su principal objetivo era “hacer música
visible”. Él es famoso por decir ‘Ver la música, sentir la danza’. A menudo se
utiliza la música de Stravinsky, que se tradujo en algunas creaciones
brillantes. Apollon Musagète, sobre el dios Apolo y sus musas, es una obra
temprana, creado en 1928 por el legendario Ballet Russes de Diaghilev.
La tercera y última obra: Theme and Variations. También
creada George Balanchine. Música: Peter Ilyitch Tchaikovsky (final movement of
Suite No. 3 for orchestra in G major, 1884).
Para algunos, lo mejor de Balanchine, cierra la velada con “Tema
y variaciones”; una oda al fondo ruso de Balanchine, que gira en torno al
perfeccionamiento y la grandeza del ballet del siglo XIX del zar y la música de
Tchaikovsky. El cuarto movimiento de su Suite Orquestal no. 3 sirve de
inspiración para las danzas de conjunto ingeniosas de Balanchine, junto con las
variaciones solistas regias y elegantes, con el trabajo de puntas brillante.
Ted Brandsen bailó con el Ballet Nacional de Holanda de 1981
a 1991. En 1991, se dedicó a bailar y coreografiar para distintas compañías. En
1998, Brandsen fue nombrado director artístico del Ballet de Australia
Occidental en Perth. A principios de 2002, regresó al Ballet Nacional de
Holanda, inicialmente en la posición de asistente de director artístico y
coreógrafo residente.
En julio de 2003, sucedió a Wayne Eagling como director
artístico de la compañía y es el director del Ballet Nacional de Holanda desde
agosto de 2012.
La compañía cuenta con más de 80 bailarines, 15 de los
cuales forman la agrupación de jóvenes promesas de la danza y que poco a poco
van adquiriendo experiencias sobre los escenarios, interpretando papeles
protagónicos en todas las representaciones.
Para finalizar, comentar que el Ballet de Holanda tiene en
su repertorio todas las obras de Hans Van Manen, y que, además, es la compañía del
mundo que cuenta con más obras de Balanchine, dentro del mismo (alrededor de 25
coreografías).
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